
El tiempo promedio de desaparición en la boca es de 20 escasos minutos. Por cada caramelo que comemos, nos roban 10 minutos, es decir el 33.3% de caramelo.
Lo demostré (junto a otros individuos que se unieron al experimento) con una bolsa entera de medio kilo, tomando el tiempo y calculando el promedio.
No digan que es un invento, pruébenlon.
Y no me vengan a decir "igual, a mí no me gustan los caramelos 1/2 hora", porque quién sabe con qué golosina nos engañarán. Quizás mañana los sugus confitados empiezan a venir huecos, y será demasiado tarde.