lunes, 26 de noviembre de 2007

La explicación de los cosos

Mis felicitaciones a Jorge Mux por haber descubierto (parcialmente) la función del potabilizador de agua.

Mi cara de "wooowww, el poder de las resinas de intercambio iónico" mientras usaba el adminículo debe haber quedado registrada en el ojo que flotaba en la habitación y observaba todos mis movimientos

Y el segundo....

No era un tacho de basura. Por suerte me detuve antes de tirar el papel de una barrita de cereal.
Tampoco era un reciclador (Lo segundo que pensé cuando vi el agujero en el fondo, y temí meter los dedos)
No había bolsas para el "tacho de basura", y me fui a la recepción a preguntar para qué era.

Media hora de explicaciones (Intenten traducir al inglés "ese coso que hay abajo de la mesada que parece un tacho" a un persona que solo sabe decir "Helou, uercome tu joutel"), y obtuve lo que necesitaba.

Me desilusioné con la respuesta.

Es un dispenser de arroz. Carga el depósito superior (Con unos 4 o 5 kilos), presiona el botón con la cantidad seleccionada, y el arroz cae.

Y yo que uso la misma taza para hacer "a ojo" el arroz.... Hasta en eso nos ganan

De yapa, les dejo una foto de lo que compré en el super.

Una experiencia hermosa. Comprar "por instinto", solo usando los dibujitos, es un verdadero desafío al azar, y al paladar. Algunas veces gané, y otras, perdí como en la guerra.

Por suerte, el jugo de naranja tiene imágenes de naranjas. Lenguaje universal.
El "triangulito" era algo asi como un "bocadito" de arroz con salsa picante. Asqueroso.
El pote rojo era de una sopa, que era parcialmente aceptable.
El paquete apoyado sobre el microondas eran unas galletitas fritas, que estaban muy ricas.
El paquetito negro eran unos caramelos con gusto a tierra. Esos los llevé a mi oficina.
La "cajita" era Ottogi Seafood Risotto

Me decidí por Ottogi. "Seafood" y "Risotto" parecían tentadores.


El otro punto a favor: Dibujitos con las instrucciones.

La primera desilusión: El "Seafood" no eran langostinos gigantes, centolla ni ostras. Eran pedazos de cierto "tejido sintético", de formas extremadamente regulares.

Pero, igual, me atreví a cocinarlo.



¿El resultado? El primer bocado me pareció desagradable. El "tejido sintético de seafood" (Quizás "seafood" es un animal transgénico coreano) tenía una consistencia gomosa, y un gusto a pescado podrido realmente insoportable, que afortunadamente era opacado por la salsa de tomate extremadamente dulce y tan picante que me hizo escupir todo en el inodoro.
El segundo bocado, y los subsiguientes, ni siquiera pasaron por mi boca.

Esa noche cené galletitas dulces fritas y jugo de naranja.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Electrodomesticos coreanos

Mi lujosa habitación en Nonhyeon-dong, Gangnam-gu venía equipada con lujosos electrodomésticos, de los cuales tardé un par de días en saber para qué corno servían.
*Esa era la dirección completa del hotel, porque si bien las calles tienen nombre, nadie sabe los nombres, y encima, no tienen numeración. Los dong son los "barrios" de la ciudad, y los gu son los cachitos de dong.

Comienza el concurso: ¿Qué es eso? ¿Para qué sirve?

"Eso" estaba arriba de la pileta de la kitchinette. Tenía una manguera de alimentación de agua, un enchufe, y dos mangueras de salida. Ah, y una hermosísima botonera.

Una vista frontal del coso. Si lo prendia, salia agua de las dos mangueras. Toqué todos los botones, y no salía ni cerveza ni vino.

Mi tiempo de resolución: 10 minutos. (No se olviden que en mis ratos libres actúo como consultor en armas químicas para varios gobiernos)

Si ese te pareció fácil (Algunas instrucciones en inglés, su ubicación y otros indicios), a ver si se le animan a éste.
Es un poco más "Lo-tech", lo que lo hace más complicado. No se conecta a nada.

¿Tacho de basura? Estuve a punto de tirar algo, cuando, de repente observe algo inusual.

¿Triturador? No metí los dedos, por si acaso. Puse un palito, y nada.

¿Cajón de recolección de lo que cae por los buracos del fondo del tacho de basura?
Ojo, que tiene una linda botonera (tres botones)

Una ayudita: Adentro estaba el manual de instrucciones.

Este me costó más: tres días, hasta que me pudrí y llamé a la recepción del hotel para quejarme que no me dejaron bolsas para el tacho de basura. Y la respuesta me decepcionó.

¿qué opinan?

martes, 6 de noviembre de 2007

El festejo en la Unidad Básica

Luego del triunfo legal en la Corte Internacional, acepté la invitación de parte de las autoridades de la Unidad Básica "Evita Capitana - Jurisdicción Seúl" de conocer sus instalaciones, y a los Compañeros Justicialistas de la Ciudad del Río Han.

Un hermoso arreglo hecho por los Compañeros y Compañeras de la Unidad Básica.
Noten que es un árbol de gomero, y, para los que no saben leer coreano, las cintas ornamentales dicen "Bienvenido Hoja Mayor del Gomero - Para un peronista no hay nada mejor que otro peronista".

Es así que me despedí del Dr. Ulises Wong, quien no quiso participar del evento por ser "Un gorila de la época de Yrigoyen que no se junta con estos monchos", y me uní a los festejos al estilo coreano.

Los famosos "Bombos peronistas" aquí son mucho más elaborados y fastuosos, pero conservan la frescura de aquel 17 de Octubre de 1945. Si los viera el Tula se compararía uno de estos. Y tienen GPS.

La animación de la fiesta estuvo a cargo de Kim San Droh, un reconocido cantante local.

Quiero aprovechar la ocasión para agradecer a la Compañera Park Eva María, quien es la Jefa de la Unidad Básica "Evita Capitana - Jurisdicción Seúl" por mantener vivo el espíritu del peronismo y la justicia social en estas tierras tan lejanas, y por haber corrido con los gastos de los honorarios y el almuerzo del Dr. Ulises Wong.

Heme aquí con la Compañera, y su saludo para todos los Compañeros Peronistas del mundo entero.

lunes, 5 de noviembre de 2007

Problemas legales

Espero que no se haya preocupado por mi destino, afortunadamente estuve bien, pero metido en problemas legales de altísimo nivel.

La descalificación en el Mundial de Tartas no quedó así como así: Contraté a un abogado especialista en litigios internacionales, y juntos convocamos al Tribunal de La Haya para que dirimiera el asunto de mi descalificación por la aplicaciòn arbitraria del Artículo 189 del Código de Concursos de Tartas ("Participantes que no presentan tartas").

Es por eso, y con el apoyo polìtico de la Unidad Básica "Evita Capitana - Jurisdicción Seúl", localicé a mi abogado, el Dr. Ulises Wong, quien tiene un elegante despacho en Gangnam-gu.

La oficina del Dr. Wong, en el momento de su almuerzo.
(El Dr. Wong es muy tímido, y me pidió que retocara un poco la foto)

Juntos, presentamos una apelación a la Corte Internacional de La Haya, como parte litigante, ya que, si bien "...Las tartas que representen a los paìses deben estar realizadas con ingredientes que representen a dicha nación, y tener ese origen..." (Art. 568 del Reglamento), "dicho acto no contempla el resarcimiento a los participantes que hubieran sido sujeto de la incautación, pérdida o ruptura de su equipaje por motivos ajenos a la competencia" (texto de la presentación legal del Dr. Wong).

Presentando la protesta ante el Tribunal de La Haya
(Izquierda: Hoja Mayor del Gomero. Derecha: Dr. Ulises Wong)

Finalmente, y luego de un arduo debate entre los miembros del Jurado, el veredicto final fue que no existía una fundamentada razón para la descalificación arbitraria en el Mundial de Tartas, por lo que la Asociación Mundial de tartas debía resarcirme con el costo de los ingredientes para la preparación de mi tarta de atún, y reconocerme el canon pagado en concepto de inscripción al concurso.

El pronunciamiento del Tribunal Supremo

Lamentablemente, a la fecha del pronunciamiento del Tribunal de La Haya, el Mundial de Tartas había finalizado, por lo que se me reconoció el pago de los ingredientes, y se me garantizó la inscripción para el año 2008.


Así que me encontré en Seúl, con cuatro latas de atún (yo la tarta la hago cargadita), una cebolla, un morrón, y una masa hojaldrada. Y la promesa de volver en el 2008

En mi próxima entrega, les contaré más aventuras en la tierra del Taekwondo